Las compañías no crean cultura. Son las personas y los equipos quienes crean cultura. Esta filosofía se aplica tanto a nuestros proyectos como a nuestras prácticas de contratación.
Las personas mencionadas más abajo comparten una pasión por la transformación de la cultura y permiten que las compañías brinden a la humanidad mejores productos y servicios creados por personas y equipos satisfechos y alineados.