Es un hecho de la vida empresarial. Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en reuniones. Y según lo que me han dicho en varias oportunidades, las reuniones no representan lo mejor del día. Se pasa demasiado tiempo en conversaciones que parecen no tener fin y en las que unas pocas personas controlan el debate. No se logran cerrar los temas porque la discusión se desvía, se va por la tangente, entra en un laberinto sin salida. Algunas reuniones terminan sin tener un sentido claro de su objetivo ni de los pasos a seguir. Luego viene la inevitable reunión, después de la reunión, para hablar sobre la reunión. A esta altura, a la gente le queda poca energía. Algunos se sienten visiblemente frustrados y se ven obligadas a expresar lo que piensan: “¡Esta reunión es una pérdida de tiempo!” Pero no dicen nada porque Ud. es el jefe y organizó la reunión. Si esto les resulta conocido, entonces la cuestión es ¿de qué manera pueden aprovechar al máximo estas reuniones tan poco gratificantes que tanto Ud. como su equipo tienen que padecer?

A medida que pasa el tiempo, las personas sienten la necesidad de hacer más en menos tiempo y las reuniones tienen un papel fundamental  cuando se trata de satisfacer esta necesidad. Para ello, es necesario cambiar la forma en que celebramos las reuniones. Entonces, pregúntese: ¿y si fuera posible salir del “laberinto”, es decir, evitar conversaciones que no llevan a ninguna parte? ¿Qué tal si pudiera ahondar en lo que realmente importa con mayor rapidez? ¿Y si pudiera lograr aceptación de manera más eficaz y alinearse con los demás más rápidamente? ¿Qué pasaría si pudiera proponer y cerrar temas, crear consenso, y gestionar la toma de decisiones con más eficacia? Y tal vez, más importante aún, ¿qué tal si pudiera obtener el visto bueno de los demás y, al mismo tiempo, motivarlos para que cumplan con su compromiso? ¿Y si las reuniones hicieran sentir a todos con energía, enfocados, serenos y listos para enfrentar los desafíos que tienen por delante? Éste es el objetivo de la facilitación consciente de reuniones.

La facilitación consciente de reuniones transforma la experiencia de las reuniones en una de logro y motivación. ¿Pero cuál es el significado exacto de la facilitación “consciente” de reuniones? Se refiere a operar con una mayor conciencia sobre los modelos mentales y comportamientos que impactan en los resultados de una reunión. De hecho, la facilitación consciente de reuniones comienza con establecer los modelos mentales adecuados que, a su vez, se traducen a los comportamientos que dan lugar a reuniones más eficaces. La facilitación consciente de reuniones ayuda a las personas a darse cuenta de las elecciones que deben hacer para cumplir con estos modelos mentales y comportamientos.

Cómo Establecer Modelos Mentales Claros y Expectativas de Comportamiento

En su libro “The Skilled Facilitator”, Roger Schwarz propone utilizar un modelo de Aprendizaje Mutuo con el fin de informar a los modelos mentales y comportamientos de los participantes de las reuniones. Estos modelos mentales y comportamientos determinan las condiciones para crear transparencia, comprensión, respaldo efectivo, preguntas inteligentes y soluciones colaborativas.

 

 

El modelo de Aprendizaje Mutuo pretende abordar la necesidad de que los participantes se manejen con una fuente común de información, entiendan y respeten los diferentes  puntos de vista, y aclaren cómo el proceso de toma de decisiones se producirá antes de la toma real de las decisiones. El modelo mental de Aprendizaje Mutuo propuesto por Schwarz presenta cinco valores fundamentales: transparencia, curiosidad, elección informada, responsabilidad y compasión. Estos valores, a su vez, generan comportamientos eficaces que se mantienen mediante la facilitación consciente de reuniones. Dichos comportamientos incluyen expresar opiniones y formular preguntas genuinas, compartir información pertinente, explicar las razones y la intención, enfocándose en intereses y no en posiciones, examinando suposiciones e inferencias, y definiendo los pasos a seguir en forma conjunta.

La facilitación consciente de reuniones establece estos valores y comportamientos como expectativas que cada uno de los participantes tiene de los demás. Se presentan como reglas básicas que los participantes deben aceptar. Luego, la reunión se convierte en un espacio con igualdad de condiciones para ideas, puntos de vista, creencias y posibilidades, y el facilitador respalda la aceptación, por parte de los participantes, de estas reglas básicas.

Finalmente, la facilitación consciente de reuniones significa que todos los aspectos del diseño y la preparación de una reunión, así como también su facilitación, se realizan teniendo conciencia de múltiples dimensiones, tanto física como cognitiva y emocional, y todas ellas dan lugar a un resultado de negocio específico deseado. Veamos cada una de estas dimensiones.

Las Cinco Dimensiones de una Experiencia Sana y Eficaz de Reuniones

La facilitación consciente de reuniones se basa en gestionar lo que llamamos las 5 dimensiones de una experiencia sana de reunión:

  1. Confort físico
  2. Control del tiempo y el tráfico
  3. Foco cognitivo
  4. Gestión de emociones
  5. Resultados de negocios

 

  1. Confort Físico

Los seres humanos necesitan estar en una posición de confort físico para distender sus preocupaciones y focalizar su atención. Esto significa no solo tener un lugar cómodo en dónde sentarse, una silla que soporte su cuerpo y espalda, sino también un ritmo de reunión que alinee el ritmo natural de su cuerpo y la necesidad de circulación, nutrición y atención del llamado de la naturaleza. Las reuniones grandes requieren asientos cómodos, movimiento, descansos regulares y el tipo adecuado de estímulo para una concentración focalizada.

  1. Control del Tiempo y el Tráfico

Solo después del confort físico, la gestión del tiempo y de la interacción de las personas es fundamental para que las reuniones fluyan mucho mejor. ¿A quién le toca hablar? ¿Cuánto tiempo es demasiado tiempo? ¿Cuánto tiempo requiere un tema o una tarea? ¿Cómo se asegura de que se ha tenido en cuenta la opinión de todos? Estos interrogantes se abordan con una buena facilitación del tiempo y el control del tráfico.

  1. Foco Cognitivo

Las dimensiones uno y dos abordan los aspectos básicos de la facilitación de reuniones, los cuales pueden hacer que toda reunión se realice de manera más eficiente. No obstante, para aumentar la eficacia es necesario manejar la atención de la gente, proponerles debates y vigilar sus modelos mentales a fin de centrarse en su capacidad de responder mientras esté dispuesto y curioso. El sabelotodo y el víctima destrozan la productividad.

  1. Gestión de Emociones

De la misma manera que un facilitador habilidoso puede manejar el foco cognitivo de las personas y de los grupos, también puede hacerlo con las emociones de los participantes. Las emociones son nuestras reacciones viscerales ante los temas que se debaten, la manera y el entorno en los que se tratan y la reflexión individual sobre cómo estos factores se ajustan a sus estándares de lo que significa la inversión de tiempo valioso. La facilitación habilidosa constantemente controla el estado emocional de los participantes, y sabe cuándo y cómo intervenir para mantener las emociones sanas y en favor de cumplir con los objetivos.

  1. Resultados de Negocio

Por último, las reuniones son tan buenas como el resultado de los negocios que surgen de tales reuniones. Los facilitadores habilidosos saben cómo mantener las reuniones centradas en los resultados deseados de los negocios. Ellos saben cómo manejar las relaciones entre conceptos complejos sin tener que saber todos los detalles. Son capaces de mantener conversaciones de negocios, sin perder de vista el principal objetivo comercial.

Modos de Reuniones

La mayoría de las reuniones, independientemente de lo que parezcan,  tienen tres propósitos: informar, analizar y decidir.

Una vez que hayamos comprendido el propósito y el resultado deseado de cada modo, un facilitador puede manejar de manera más eficaz la interacción hacia un resultado significativo. Veamos cada uno de los tres modos de reuniones:

  1. Informar

El propósito de este modo es compartir la información con otros. Lisa y llanamente, es confiarles información, conocimiento, y/o conceptos a los participantes por el simple hecho de que conozcan la información. En este modo, lo que más importa es asegurarse de que todos los participantes hayan entendido claramente lo que se les está informando.

  1. Debatir

El objetivo de este modo de reunión es compartir y debatir perspectivas, y construir sobre ideas propias o ajenas. Para este modo, es importante asegurarse de que cada uno de los participantes haya tenido la misma oportunidad de haber sido escuchados.

  1. Decidir

Después de que la gente ha sido informada, y que se han producido todos los debates pertinentes, llega un momento en el que se tiene que tomar una decisión. El rol de la facilitación consciente de reuniones es garantizar que los participantes están adoptando conscientemente un método o modelo de toma de decisiones, el cual deberá ser previamente acordado.

Pareciera que se necesita mucho conocimiento y habilidades; sin embargo, los entornos y los desafíos de negocios, cada vez más complejos, necesitan un nuevo tipo de disciplina de reuniones que siga el ritmo y la exigencia que estos dos aspectos plantean.

 

Al trabajar con los líderes de negocios de todo el mundo, hay un tema que persiste sin importar la geografía o la industria. Es el desafío de los silos. El grupo cerrado y la mentalidad de silos desafían la capacidad de una empresa de coordinar, innovar y ser más ágil — tres criterios necesarios para competir con la disrupción del mercado actual. Y así como pueden construirse muros para formar los silos, estos muros también pueden derribarse.

Antes de derribar los silos y las barreras vinculadas para lograr la colaboración entre los grupos, primero tenemos que entender porque se crean y/o existen las barreras y los silos. A continuación se enuncian cuatro creencias que escuchamos respecto de por qué existen y persisten los silos en las empresas actualmente:

  1. Conocimiento y Certeza — La gente dentro de los silos llega a creer que tiene un conocimiento específico que es bien conocido y entendido dentro del silo y no es entendido fuera del silo. El silo ofrece un lugar seguro para su conocimiento y certeza acerca de cómo deberían hacerse las cosas. Otras personas fuera del silo “no lo entienden” o no lo saben.
  2. Pertenencia y Propósito Compartido — Los silos son micro-entidades con su propia micro cultura dentro de una organización más grande. Estas micro-entidades en general tienen un propósito claro y compartido que hace que la pertenencia sea más fácil. Asociar nuestro propio lugar e identidad en una organización es mucho más fácil con silos que sin ellos.
  3. Miedo y Escasez — El miedo tiene un gran protagonismo en la existencia de los silos. La gente teme perder su aparente control sobre un área de la cual es responsable. Podemos creer que los recursos y el conocimiento son limitados e incluso escasos. Esto da lugar a una protección de los recursos y del conocimiento del silo por miedo a que “personas ajenas” los comprometan.
  4. Falta de Control — Muchos líderes creen que es mucho más fácil hacer las cosas al dirigir el pequeño mundo del silo en lugar de integrar su propia área a un mundo más grande. Hay menos gente con la cual coordinar, menos gente involucrada en la toma de decisiones y ciclos más rápidos; son todas cosas que creemos que podemos y debemos controlar dentro de nuestro silo.

Al conocer cuáles son las creencias clave detrás de la existencia de los silos, podemos aprender a reemplazarlas con nuevas formas de pensamiento. Nuevos modelos mentales nos ayudarán a integrar a las personas, las ideas y las acciones a través de equipos multidisciplinarios y a su vez harán que nuestras organizaciones sean más flexibles en cuanto a su capacidad de responder a los desafíos. A continuación se presentan cuatro maneras para derribar los silos y los muros que se interponen entre nosotros en el trabajo.

  1. Cambiar de la Certeza a la Curiosidad — Los silos, por definición, son áreas discretas en las que las personas reunidas bajo un fin común desarrollan un expertise que agrega valor a la gran organización. Ese expertise debería ser fundamental para la capacidad de la organización de prosperar; sin embargo, a veces, ese mismo expertise da lugar a una certeza rígida en la cual las personas dentro del silo creen ser los dueños del conocimiento sobre de un tema particular. Como tales, no están muy abiertos frente a otros grupos que aparentan tener poco o ningún expertise en su área.

Para romper la mentalidad del silo se requiere contar con ese mismo expertise pero en combinación con una creencia de que los puntos de vista de los demás pueden ser complementarios; por lo tanto, siempre debemos ser curiosos acerca de la existencia de otros puntos de vista y de otras posibilidades. Siendo conscientes de que todas las personas y grupos tienen puntos ciegos, una mentalidad de apertura y curiosidad nos permite colaborar y crear valor en grupos ajenos al nuestro.

  1. Expandir la Pertenencia y Compartir un Propósito más Grande — Así como tener un propósito en común puede mantener unido a un grupo más pequeño o silo, expandir hacia otras personas el propósito que tú y tu grupo comparten puede hacer que trabajar fuera del silo resulte más fácil. A menudo, creemos que compartir un propósito más grande puede significar que el mismo sea menos significativo para la persona. Pueden percibir que su aporte es menor dado que deben compartir un propósito más grande que aquél que tienen en su silo.

Por lo tanto, es importante explorar y determinar el impacto que cada función tiene respecto a respaldar el propósito más grande, uno que está fuera del grupo o del silo en el que trabajas. Por ejemplo, en una compañía de tecnología, la función de ingeniería interna que asiste a todos los empleados y necesidades de la compañía tiene el propósito específico de brindar soporte a los empleados y a las iniciativas a través del acceso y la facilitación del uso de la mejor tecnología. Al mismo tiempo, el propósito del departamento de recursos humanos es diferente ya que el mismo tiene como fin contratar, desarrollar y emplear los mejores talentos. Para que estos dos departamentos puedan trabajar juntos en forma efectiva cada uno de ellos tendrá que subordinar su propio propósito individual a un propósito más grande que ambos puedan compartir y relacionarse, tanto como grupal como individualmente.

  1. Del Miedo y la Escasez a la Confianza y la Abundancia — Nuestra experiencia demuestra que muchos grupos dentro de las organizaciones trabajan con una mentalidad de escasez. Esto, a su vez, crea una postura competitiva en materia de talentos, recursos y presupuesto. Una mentalidad de escasez evitará riesgos y temerá perder tiempo o dinero. En contraste, una mentalidad de abundancia cree que siempre hay más y así busca construir relaciones y colaborar a fin de lograr más de lo que se busca. Es una mentalidad de prosperidad frente al simple hecho de sobrevivir.

Sin embargo, creer en la abundancia exige tener confianza en nuestras propias capacidades. La confianza nos permite ver más oportunidades con menos restricciones. Los equipos poco equipados carecen de habilidades y capacidades. Esto, a su vez, refuerza su mentalidad de escasez. En contraste, los equipos de alto rendimiento constantemente traspasan las fronteras de aquello que otros consideran escaso. Ven oportunidades en vez de problemas. Ven más en vez de menos. Creen en su capacidad para alcanzar nuevos niveles.

  1. Desde la Falta de Control al Enfoque en la Capacidad de Responder — Todas las situaciones laborales están integradas por elementos que se encuentran bajo nuestro control y elementos que están fuera de nuestro control. Muchas veces los silos persisten porque creemos que los elementos fuera del silo están también fuera de nuestro control.

Por ejemplo, las relaciones humanas y la interacción fuera del silo pueden ser más desafiantes que las relaciones dentro del silo. Esto puede ser cierto debido a una variedad de razones, incluyendo el hecho de que las visiones del mundo, las creencias, las actitudes y la educación son diferentes de aquellas que se comparten dentro del silo. Y aun así, dentro de la complejidad de las personas y de las relaciones se encuentra la mayor fuerza para romper los silos. A través de la exploración de nuestra capacidad de responder frente al desafío de estas relaciones, podemos diseñar procesos u hojas de ruta para organizar la tarea que se comparte. Los procesos ayudan a clarificar las acciones que tomará la gente para lograr un objetivo. Cuanto más claro, más definido y más ágil sea el proceso, mejor. Esto luego permitirá que las personas colaboren estando enfocadas.

Conclusión

Los silos existen porque sustentan nuestras creencias acerca de nosotros mismos, de nuestro trabajo y de nuestra organización. Cuando creemos que sabemos algo y que otros no lo saben, creamos silos. Cuando limitamos nuestro propósito compartido, creamos silos. Cuando tenemos una mentalidad de contar con escasez de recursos, creamos silos para competir por nuestros recursos y protegerlos. Cuando buscamos sentir que tenemos el control, construimos muros que impiden el ingreso de todo lo que está fuera de nuestro control y, a su vez, creamos silos.

La respuesta para romper los silos comienza con el cambio de nuestras creencias sobre nosotros mismos, nuestro trabajo y nuestra organización. Podemos pasar del conocimiento con certeza a tener un conocimiento junto con curiosidad, en donde pensemos que las opiniones de otras personas fuera de nuestro silo pueden resultar complementarias y agregar valor. Podemos expandir nuestro propósito para compartirlo con otros  y así derribar los muros que nos separan. Podemos desarrollar nuestras capacidades de modo tal de tener la confianza necesaria para poder ver la abundancia y la oportunidad frente al miedo y la escasez. Finalmente, al enfocarnos en nuestra capacidad de responder, podemos expandir nuestro impacto sobre los demás y sobre la tarea que nos ocupa, lo que permite abrir los silos para que la colaboración pueda florecer entre los distintos departamentos.